Como reacción a las medidas anunciadas por el Gobierno que, entre otras cosas, encarecieron el valor del dólar oficial para buena parte de las importaciones de bienes y servicios, y para los ahorristas que podían acceder a ella, la divisa informal se disparó $24 (+4,55%). El dólar “blue” alcanzó los $552, lo que representa un nuevo máximo nominal, para extender la suba de julio a $58 (11,8%), un porcentaje por encima de lo que ofrece un plazo fijo tradicional a 30 días (8,1% mensual).
Luego de que Argentina y el FMI acordaran los objetivos y parámetros centrales que serán la base para un “Staff Level Agreement” que se espera finalizar en los próximos días (para avanzar en la revisión del programa y obtener los desembolsos previstos para el segundo semestre del año), el Gobierno anunció la aplicación un tipo de cambio especial de $340 por dólar, desde los 300 pesos previos, para incentivar la liquidación de divisas de las economías regionales. Además, generalizó el Impuesto PAIS del 7,5% al 25% para bienes y servicios, con ciertas excepciones.
A su vez, decidió equiparar el valor del dólar solidario o ahorro con el del dólar tarjeta/turista (para consumos menores a u$s300 por mes), que este lunes cerró a $497,65 ($31,46 más caro que el cierre del viernes del solidario).
Las medidas, que en la práctica, fueron consideradas por el mercado como una "devaluación fiscal", le imprimieron una mayor presión al dólar blue, y también a los financieros, aunque éstos cerraron a la baja, presumiblemente por la intervención oficial.
"El dólar blue está medido más que nada por la gente que se pone nerviosa. Con la incertidumbre que hay, muchas veces la gente compra dólar y a un precio muy alto porque quiere dormir tranquila (...) A veces se mueve por factores de preocupación o de tranquilidad financiera", dijo el economista Miguel Kiguel, en Ámbito.
Para Guido Lorenzo, director de la Consultora LCG, si se observa la situación actual de las reservas y el excedente de pasivos del Banco Central sobre los activos internacionales de la autoridad monetaria, el dólar blue "aún tiene margen para subir".
"La presión se conjuga también con el escenario pre electoral, así que aunque haya desembolsos el nerviosismo permanecerá", advirtió.
Por su parte, Amilcar Collante, economista de CESUR, dijo a este medio que "si se analiza la dinámica del blue y dólares alternativos están subiendo en lo que va del año 55/58% . Es un número que va en línea con la inflación acumulada".
A su vez, Collante recordó que durante la gestión de Alberto Fernández hubo picos del dólar blue a precios de hoy cercanos a los $700, como en julio de 2022 ($340 /350 en ese momento) tras la salida del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, o por encima de los $900, como en octubre de 2020 ($195 en ese momento), sin acuerdo con FMI y tras la salida de la pandemia "después de emitir 7% de PBI".
Con ello, el economista alerta que "si las expectativas se siguen deteriorando hay espacio para que el paralelo suba más".
¿A cuánto puede llevar el “blue” en el corto plazo?
Un parámetro del mercado oficial indica que el dólar “blue” aún puede escalar hasta los $568, hecho que puede impactar en toda la plaza cambiaria.
"Hoy hay poca diferencia entre el valor del dólar blue respecto al dólar Qatar ($568), con lo cual, con cualquier zozobra financiera o susto que haya puede llevar a los dólares financieros a ese nivel, como se vio el lunes", resume a iProfesional Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de Eco Go.
Y agrega: "Después, más allá de eso, arbitran entre uno y otro, y no dependerá del dólar Qatar sino de una cuestión financiera, el FMI y la incertidumbre que se observa en el mercado".
Fernando Baer, economista de Quantum, coincide: "No hay una relación lineal entre el dólar Qatar y el blue, aunque sí debe existir cierto equilibrio porque pueden darse situaciones de arbitraje, más allá que estos mercados no se cruzan. En ese sentido, y dado que el contexto de dolarización podría profundizarse, los tipos de cambio libres podrían avanzar en esa línea o, incluso, pasar al dólar oficial para turismo".
Por ende, el análisis que hace Baer es que los precios de un tipo de cambio de incertidumbre son "bastantes más altos que los actuales en términos reales, a pesar que estos niveles ya son elevados".